EL TIEMPO

A menudo escuchamos frases como: no tengo tiempo, no me alcanza el tiempo, cada día el tiempo va más rápido, el tiempo es oro... pero ¿qué es realmente el tiempo?

Algunos de los significados de la palabra tiempo son: La duración de las cosas sujetas a cambio que determinan las épocas, períodos, horas, días, semanas, siglos, etcétera. Esta palabra procede del latín “tempus”; la dimensión física que representa la sucesión de estados por los que pasa la materia; Período determinado durante el que se realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento.

Sin embargo cada uno de nosotros vive de manera diferente el significado de tan preciado tesoro, pues aunque cada día tenemos los mismos 86.400 segundos, hay quienes viven a plenitud cada uno de esos segundos y por supuesto también hay quienes malgastan su tiempo y pasan sus días sin vivir, no es lo mismo vivir un año en que repites tus días como si fuera un sólo día, que vivir 365 días a plenitud, respirando cada día como una nueva oportunidad para sentir, oler, saborear, ver y escuchar, somos esclavos de un pasado que nos roba nuestro tiempo presente y vivimos anhelando un tiempo futuro que insaciablemente cuando llega, queremos que pase también muy rápido porque vivimos en una carrera por vivir, cuando al final lo que desearíamos es tener más tiempo, ¿cuántas veces hemos deseado tener el poder para detener el reloj en los momentos más felices? ¿cuántas veces hemos deseado regresar el reloj y devolvernos a un momento que recordamos con nostalgia?

Recuerdo un programa de televisión llamado Viajeros en el Tiempo, en el que dos personajes viajaban al pasado por medio de un pequeño artefacto de bolsillo, era fascinante imaginar tener uno de esos, como también es fascinante imaginar la posibilidad de navegar en el futuro y saber cómo sería tu vida en unos años, ese deseo fascinante pierde su magia cuando entendemos que el tiempo es como agua que se va entre nuestros dedos, un reloj que no se detiene, que no espera por nadie y que no tiene retorno, una cuenta regresiva para todos y que a la vez tiene una fecha límite para cada uno, descubrimos entonces que la verdadera magia está en vivir con más conciencia, en apreciar hasta las cosas más pequeñas y comprender el valor de los momentos compartidos con las personas que amamos.