millennials
Hola, tengo 19 años, y soy una millennial, pero ¿Qué es un millennial? Somos jóvenes nacidos entre 1982 y 2000 es decir jóvenes entre los 17 y los 35 años, fascinados por la tecnología, sin muchos dogmas religiosos o políticos y con un nivel de paciencia que se puede asimilar al tiempo que demora google para respondernos un interrogante. Así es, un poco impacientes, impulsivos, pero muy capaces y además de eso, apasionados
Pero el interrogante que queremos abordar hoy no es: ¿Cómo somos? o ¿cómo vivimos? sino ¿Para los millennials que es la espiritualidad? Para nadie es un secreto que somos la generación hasta el momento más desapegada de las religiones y que la mayoría de nosotros buscamos entender nuestro entorno por nuestros propios medios, hice un pequeño sondeo entre los millennials y esto fue lo que encontré: para algunos la espiritualidad es algo que poco desarrollan en sus vidas; para otros puede que solo sea una creación para comprender algo incomprensible; para algunos pueden ser las buenas acciones y el vivir tranquilos sin molestar ni ser molestados y así ser cada día mejor persona; para unos tal vez una forma de crianza sobre la cual escasamente han ahondado; y para unos pocos es energía la energía que está en cada uno de nosotros y que pocas veces intentamos encaminar. Y destaco entre ellas una definición: “Vivo la espiritualidad como la libertad del pensamiento, realizando actos que complementan mi ser, que satisfacen mis pensamientos y expectativas frente a un tema o ambiente determinado” (M.S)
Desde mi perspectiva la espiritualidad podría definirse como una creación de cada ser humano en la que se encuentran nuestros principios, valores e ideales en intima comunicación con el ser superior en el cual cada uno crea.
La espiritualidad entonces la podríamos entender como una forma de satisfacción personal que permite a cada individuo encontrarse consigo mismo y con su entorno de manera tranquila y equilibrada, dando y recibiendo, es por esto que cada ser humano puede entenderla y puede experimentarla de formas diferentes. Podríamos decir entonces que los “millennials” nos preocupamos más por mantener una excelente relación con nosotros mismos, con nuestro entorno, con nuestro cuerpo, nuestra mente y con un ser espiritual llamado Dios por la mayoría de las personas, que en hacer parte de religiones que nos han venido enseñando desde que éramos muy pequeños.
La mayoría de los millennials fueron criados en familias muy religiosas, pero no siguen estas de manera devota: ¿Cuál es la diferencia entre nosotros y las generaciones anteriores? Esto tal vez se debe a la posibilidad de tener cualquier tipo de información en cuestión de segundos en nuestras manos, poder derribar mitos y dogmas que se han venido cultivando de generación en generación; al tener esta cantidad de información se nos facilita investigar todo tipo de cosas, desde política exterior e interior hasta las religiones del otro extremo del mundo; a la mayoría de nosotros tener la tecnología como una parte fundamental de nuestra existencia nos ha hecho tal vez un poco desconfiados e incrédulos, pero con un apetito insaciable por los nuevos datos, las nuevas noticias, las nuevas aplicaciones, las nuevas redes sociales y cualquier tipo de cosa que alimente nuestras pasiones y tal vez nuestro ego a diario.
Somos una generación con una capacidad de asombro baja pero con una capacidad gigante de asumir riesgos e ir tras nuestros sueños.
Así somos, para algunos un poco desastrosos, para otros un poco fascinantes, pero la mayoría siempre buscando nuevas respuestas a nuevos interrogantes, los millennials le intentan dar nuevos significados a lo que es la espiritualidad, quizá un concepto más moderno, más pragmático y más relacionado con lo que vivimos a diario
